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Surtopía, Madrid

Surtopía es uno de esos restaurantes con los que he soñado antes de ir. No sé bien la razón, quizá eso es lo bonito, que no hay razón, ocurre...
Cocina andaluza creativa y refinada, ahí es nada.
Sala pequeña y decorada en tonos marrones, nada especial pero acogedora.
Mesas bien vestidas, manteles de lino y buenas copas.
No hay menú y la carta ofrece lo esperado, platos del sur renovados y apetecibles. En cuanto a vinos mucho más sur y mucha variedad. Me di el lujo de escoger la Manzanilla en rama Goya XL (D.O. Jerez- Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda), un auténtico placer para cualquier aficionado. Oro viejo, avellanas y notas salinas, ¡qué barbaridad de trago! Con los postres llegó el turno de Moscatel Promesa Valdespino (D.O. Jerez- Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda) que también merece la pena, sin duda alguna.
Llegan los víveres:
-Carpaccio de langostinos con mejillones y pipirrana (curioso, esperaba más contundencia en el marisco pero buen plato)
-Tortillitas de camarones (espectaculares, las mejores que he comido fuera del paraíso gaditano)
-Tataki de tiburón y rúcula (uno de los platos del momento, o de hace un par de momentos, disfrute de principio a fin)
Probé también corvina y chipirones de mis acompañantes, todo a gran nivel.
-Pionono granadino, tocino de cielo y maracuyá (interesantísimo postre, muy buen balance entre el ácido de la fruta y el dulce del vino y el helado)
Eso sí, ningún postre supera a los quesos de cabra y oveja payoyas, eso sí que es de otro mundo.
El propio José Calleja se ocupó, con su equipo, de nuestra mesa y estuvo especialmente amable con nosotros. Me sentí a gusto como muy pocas veces.
Con el descuento del 30% de eltenedor.es en los platos pagamos algo menos de 40 € por persona, precio muy adecuado.
Y esto es lo que hay, un viaje al sur, a un sur actual y alegre, sin salir de Madrid. Mucha capacidad en la cocina, buen ambiente en la sala y altísimos resultados.
Creo que es una cocina que se debe conocer, un restaurante que ofrece y da, un cocinero que tiene ganas y muy buena mano, un sitio al que yo iría bastante de vivir en la capital.
Y es que quizá al sur se encuentre la felicidad...

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