A mi chica le apetecía japonés y opté por este.
Pedí sitio en la barra de la entrada, que me pareció bastante cómoda.
Local estrecho y algo impersonal.
Bajoplato dorado, servilleta de hilo y copas maravillosas.
Se ofrecen dos menús y elegimos el largo, Festival (116 €). Aquí manda la cocina japonesa creativa, no es un restaurante de sushi al uso. De hecho, casi no aparece el arroz. Teppei Nii enseña de este modo su particular visión. La carta de vinos es corta y atractiva. Probamos Torelló 22 Brut Nature 2018 (Corpinnat), que me parece fabuloso, y Zaku Miyabi No Tomo Nakadori, un sake muy elegante.
Comimos:
-Aperitivo (berberechos y judías verdes, delicado, rico)
-Caballa (marinada, con calabacín, intensa y equilibrada)
-Caviar kani (vieira en tempura, vieira cruda, caviar del Tibet y carne de cangrejo, un bocado sublime, técnica perfecta y sabor inconmensurable)
-Navaja (con enoki en escabeche, agradable)
-Puri (de tartar de atún y foie, goloso)
-Ostra Gillardeau (con gelatina de ponzu, exquisita)
-Okonomiyaki (con kokotxas de bacalao, finísima y especialmente sabrosa, otro pase brillante)
-Sashimi (de atún rojo con trufa, espectacular)
-Cigala (con caldo de jamón y fideos, correcto)
-Ebi Temaki Misoshiru (temaki de gamba roja, una delicia)
-Sopa de miso (con la cabeza del bogavante, reconfortante)
-Japanese Beef “Wagyu” A5 D.O. Miyazaki (con una miniberenjena lacada, cocción canónica, contundente)
-Kakigori (con helado frutal, refrescante)
-Bizcocho de té matcha (buen final)
No tomamos café.
El personal fue diligente pero algo seco.
Pagamos 150 € por persona.
Estamos ante un menú muy consistente, que presenta producto y que lo sirve del modo que cree más interesante para el comensal.
En su aparente simplicidad, esconde muy buena mano y mucha sofisticación.
Salí muy contento de esta experiencia, incluso por encima de las expectativas que me había creado preparando el viaje.
Buena (y diferente) opción japonesa en Barcelona.
Comentarios
Publicar un comentario