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Las Torres, Huesca (II)

Volvía a este templo de la cocina oscense con mucha ilusión. Todo sigue igual.
Era una celebración y un menú previamente pactado.
Mesa perfectamente vestida y copas correctas.
Los vinos iban incluidos. Se sirvió un correcto verdejo D.O. Rueda y Conzieto Roble 2011 (D.O. Somontano). Este último me gustó mucho, muy equilibrado. Digamos que los vinos era lo de menos, la comida tuvo mucho mayor protagonismo.
Comienza el espectáculo:
-Aperitivos (en varios pases, sferificación de oliva negra con frambuesa, seta de queso, sushi, polvorón de pizza y tartar de atún, gran despliegue de técnica y sabor, me quedo con el polvorón por su curiosidad)
En este momento llega el pan, los panes, para ser exactos. Simplemente estupendos.
-Foie, patata, huevo y crujiente de madeja (crema de foie muy agradable, un plato clásico con un cierto giro)
-Ensalada de marlín marinado (muy bien hecha, interesantes contrastes, el pescado presentaba una magnífica textura)
-Rabo de cerdo con cocochas y salsa de pimentón (uno de los grandes platos que he comido, lo solicité y ahí estuvo, para levantarse y aplaudir)
Ya incluí este plato en una de mis selecciones anuales, seguramente lo sigue mereciendo.
-Alcachofas con foie (otro plato digno de cualquier gran mesa, grandes productos y muy bien tratados)
-Merluza con aliáceas (magnífico punto del pescado y diferentes preparaciones con ajetes y cebolla, interesantes técnicas)
-Solomillo de vacuno con salsa de queso (buena carne, muy sabrosa, sorprendente)
-Naranja en texturas (un postre o prepostre increíble, sobresalía el bizcocho)
-Oreo y helado de leche (bueno, pero sin estar al nivel de su compañero)
Un buen café acompañado de curiosos petit fours cerró la comida. ¿Ya he dicho que agradezco mucho algún petit four?
El personal estuvo muy amable, como siempre. Infinitas ganas de agradar.
El menú se cerró en 44 € por persona, adecuado.
Un menú pactado limita el margen de lucimiento, pero en este caso no sirvió de excusa. Platos de altísimo nivel y otros muy correctos. Salimos muy contentos, que es de lo que se trataba.
Quizá Huesca es la gran joya gastronómica desconocida de este país y quizá este sea uno de sus principales exponentes...

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