Un par de (grandes) desayunos de hotel

Recientemente he disfrutado de un par de desayunos interesantes. Veamos.







En el Hotel Perelada disfruté de verdad de un bufé variado y de bastante calidad.

De los mejores que he probado.

Destacaré el salmón ahumado, los quesos y las chacinas locales.


Suspendió, eso sí, la tostada de huevo con jamón. Mejores intenciones que ejecución.

En definitiva, un estupendo desayuno que gozar sin prisa y con ganas.




En el Hotel Arbaso, de Donosti, el concepto es otro. Todo se sirve en mesa aunque se puede repetir.

Productos excelentes, pero poca variedad.


Los huevos benedictine con cabeza de cerdo son, de largo, los mejores que he comido nunca.

Buen café, además.

Los precios de las estancias varían bastante, como es sabido.

Dos grandes opciones para escapadas que dan oxígeno.



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