Voy a hacer un repaso rápido de los desayunos probados en un viaje a Milán en julio.
El Marchesi de Galleria Vittorio Emanuele II es uno de los locales más bonitos que he visto nunca. Justifica el viaje por sí mismo.
Un café glorioso y una florentina de pistacho excepcional redondearon la mañana. Los 12 € me parecieron hasta poco.
Gioia está situado en un hotel lujoso y ofrece eso, lujo y joya.
El café fue inolvidable y el maritozzi, exquisito.
Precios altos pero mucha gloria.
Madrugamos para coger un tren y Vyta, en la propia Estación Centrale nos salvó la vida. Importante salto de calidad negativo con respecto a las anteriores, pero cumple.
Mejor la sfogliatelle que la crostata.
Precios comedidos.
En Sabato Sessa del Mercato Centrale Milano probamos una gran sfogliatelle y una buena rosquilla con crema de chocolate.
El café, del bar del mercado, es mejorable.
Precios medios.
Observé un enorme nivel en lo referente a pastelería y bollería, pero incluso mayor en cuanto a café.
Imprescindible.
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