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Lo que comí este verano en Oropesa del Mar (Castellón)

Volvimos al FIB, así que también volvimos a Oropesa del Mar (y con novedades). Vamos allá: En Chulvi nos encantó el calamar fresco , aunque hay que cambiar radicalmente las salsas, y cumplió el arroz a banda. Bebimos  Clos de Lôm Malvasía 2023 (D.O. Valencia), intenso y fragante. Pagamos unos 40 € por persona. Volver a Puerta del Sol siempre es una alegría.  Espectaculares coquinas, canyuts y arroz del senyoret , como siempre. Y goloso el corazón fundido de postre. Bebimos  Cunqueiro III Milenium 2023 (D.O. Ribeiro), fresco y sabroso, y  Pazo das Bruxas Albariño 2023 (D.O. Rías Baixas), que no me satisfizo especialmente. Pagamos unos 60 € por persona. Berriz es visita obligada. Los aperitivos en esa terraza son una maravilla. Buen pescadito frito y correctas cañas. Precios amables. Fuimos a El mirador de la Concha y hubo luces y sombras. Las gambas rojas fueron lo mejor de la comida. El arroz negro, por el contrario, era un despropósito por su sensación arenosa y quemada. Opta
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Un posto a Milano, Milán (Italia)

Para la última cena en Milán elegí un restaurante dentro de un centro cultural. Terraza algo incómoda y con una horrible presencia de mosquitos. Mesas desnudas y servilletas de tela.  Copas mejorables. La carta ofrece especialidades locales con protagonismo para la carne. En lo enológico, pocas e interesantes opciones. Bebimos  Casale Chianti 2015 (Chianti D.O.C.G.), largo y sedoso. Llega lo sólido: - Mortadela clásica Bonfatti, verduras encurtidas y focaccia con patata y romero (espectacular producto, gran finura) - Ravioli emiliani de ortiga y cangrejo azul del Adriático con tomate confitado y mejorana (buenísima pasta y mejor relleno, gran preparación) -Chuleta de fassona piamontesa con patata nueva al romero y ensalada biológica (carne correcta pero no excepcional, patatas ricas) - Cannolo siciliano al pistacho (una delicia, la crema del relleno me encantó) El personal habla español y es muy amable. Pagamos 66 € por persona. Reconozco que la carne fue una cierta decepción, y má

Bistrot Antichi Sapori, Bellagio (Italia)

Visita al Lago de Como y comida en Bellagio . Escogí este agradable y modesto bistrot. Local abierto con terraza. Impersonal. Mesas desnudas y servilletas de papel. La carta ofrece especialidades italianas previsibles . En lo enológico, poco interés y precios amables. escogí Lunatio di Masi 2023 (Lugana D.O.C.), aromático y fresco. Me gustó. Comimos: -Tagliere di salumi misti (buena coppa y resto bastante correcto) - Tagliatelle hecho en casa con tomate y pez del lago seco (el missoltino redondea el plato y le da profundidad, rico) -Tagliatelle hecho en casa con pesto y burrata (agradable) - Tiramisù de la casa (una delicia) Mejorable café. El personal se mostró amable. Pagamos 42 € por persona. Bueno, pues cumplió. Las zonas turísticas son, a veces, desiertos gastronómicos. Esta no llega a serlo pero tampoco parece un oasis. Este restaurante parece una buena opción para una comida satisfactoria y seguir descubriendo la zona que, dicho sea de paso, es imponente. A tener en cuenta.

La cucina dei Frigoriferi Milanesi, Milán (Italia)

Elegí este restaurante algo apartado del centro para una de las cenas milanesas. Sala pequeña y agradable, aunque algo fría. Decoración actual. Mesas desnudas y manteles de hilo. La carta es ecléctica y variada, ofreciendo productos y cocina locales principalmente bajo el prisma del chef Marco Tronconi . En lo enológico, pocas opciones y precios altos. Optamos por el Bosio Brut (Franciacorta D.O.C.G.), elegante y persistente, y nos encantó. Llega la cena: - Salame local servido con chiacchere salata (un tipo de masa frita, escandalosa chacina, de las mejores que he comido) -Ravioli de gambas (fantástico fondo de marisco con un punto algo anisado y todavía mejor pasta) - Filete de ternera a la milanesa (excepcional fritura para una carne sabrosa y en gran punto con una salsa de rúcula y mostaza y tomates confitados, platazo) -Pequeña selección de quesos de vaca y cabra (quesos de Deviscio y FerdiWild, todos muy intensos, nos advirtieron de que ese día disponían de pocos) -Affogato

Alegre Valgañón La Calleja 2021

Hoy volvemos a Rioja: - Alegre Valgañón La Calleja 2021 (D.O.Ca. Rioja), monovarietal de tempranillo con crianza de 20 meses en una combinación de fudre y barrica de 500 litros. Rubí intenso, ribete rojizo. En nariz es complejo y expresivo . Cereza, piel de naranja y pimienta blanca. En boca es amplio y elegante . Mucha fruta roja y muy buena acidez. Retrogusto largo. Costó unos 25 €. Perfil clásico de Rioja, con la madera bien integrada y con esa acidez notable tan característica. Pero todo delicado y bien hecho. Como debe ser. Bastante bien.

Dongiò, Milán (Italia)

Un día habiá que optar por una cocina tradicional regional italiana. Opté por este restaurante de cocina calabresa . Decorado como una casa clásica, sin ningún lujo. Mesas con mantel de tela y demasiado próximas entre sí. Sensación de agobio. La carta ofrece preparaciones de la zona con la pasta como emblema. No hay menú. En lo enológico, bastantes opciones (muchas de ellas desconocidas para mí) ordenadas por regiones y a precios comedidos. Bebimos  Terre Nobili Alarico 2021 (Calabria I.G.T.), hecho con nerello cappuccio y nerello mascalese y que resultó fresco y elegante. Para el postre, Il Negrese Malvasia Passito (Colli Piacentini D.O.C.), aromático y moderadamente dulce. Llega la comida: -Involtini de carne salada con queso y cebollino (carne muy sabrosa, rico) -Caciocavallo alla piastra farcito con ‘Nduja (queso relleno del embutido y a la plancha, picante y muy agradable) - Tagliatelle alla gambero rosso (con un tartar de gamba roja, ajo y algo de cayena, espectacular pasta y

Contraste, Milán (Italia)

El restaurante de Matías Perdomo, Simon Press y Thomas Piras me pareció el lugar ideal para disfrutar de la alta gastronomía en mi viaje a Milán en julio. El espacio está dominado por cromatismos intensos y la alternancia de muebles contemporáneos y detalles antiguos, con superficies y acabados diferentes.  Armonías inesperadas que son la expresión arquitectónica de un concepto global que, obviamente, define a la cocina de este equipo. Especialmente bonito. Mesas grandes y vestidas con un mantel sintético muy curioso y estético. Total sensación de comodidad. Servilletas de hilo y copas maravillosas. Se ofrecen dos menús basados en la creatividad de Matías Perdomo y el resto de chefs, Riflesso (Reflejo, con clásicos de la casa) y Riflessioni (Reflexiones, más innovador), ambos a 180 €. También hay dos armonías de vino, a 80 y 120 €. Opté, tras una amable recomendación, por el menú Riflesso con la armonía larga. Iré comentando los vinos junto a los platos. Comienza el juego: - Aperit