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Mostrando entradas de marzo, 2024

Calmel & Joseph La Marquise 2019

Ese maravilloso sur de Francia: - Calmel & Joseph La Marquise 2019 (I.G.P. Pays d´Oc), coupage de roussane y garnacha gris con unos 10 meses de crianza en barricas de roble francés. Amarillo brillante con reflejos dorados. En nariz es expresivo y complejo . Fruta de hueso, frutos secos, vainilla y algo de cítricos. En boca es equilibrado y frutal . Melocotón, albaricoque, limón, almendra tierna y una esplendorosa mineralidad. Retrogusto largo. Costó unos 20 €. Un vino apasionante, con marcados tonos minerales y con una carga frutal bien interesante. Un gran vino del Languedoc, una zona que da enormes alegrías a precios alejados de los de otras zonas de Francia. Gran descubrimiento.

Trattoria d'Alfredo, Madrid

Cuando se accede a la Trattoria d'Alfredo da la sensación de entrar en una casa particular. Y así te tratan. Fui con un asiduo, así que quizá no siempre sea todo como se va a relatar. Decoración extemporánea. Mesas demasiado próximas entre sí. Manteles de tela y copas mejorables. No vi carta, pero el propio Alfredo ofrece lo mejor del día. Cocina siciliana casera, de temporada y de producto . Tampoco vi carta de vinos, pero se nos propuso un Etneide 2021 (Etna Rosso D.O.P.) y accedimos. Frutal, mineral y sabroso.  Comimos: -Aperitivo (tartaleta de ortiguillas, rica) - Carpaccio de mero y de pez espada (maravillosos pescados con un aliño conseguido, me encantó) -Pulpo y pulpitos guisados (demasiado protagonismo del tomate, pero correcto) - Tagliatelle con erizos (deliciosa, muy potente) - Strozzapreti con espardenyes (para levantarse y aplaudir, una maravilla) -Tiramisú de pistachos (agradable) Café bastante bueno e invitación a mandarinetto hecho en casa para acabar. El perso

Corral de la Morería, Madrid

Tenía muchas ganas de vivir esta experiencia cultural y gastronómica. Un maravilloso espectáculo flamenco, una estupenda cena y una armonía de vinos especialmente singular. ¿Alguien da más? Primero se pasa a la sala con el tablao para disfrutar de unos artistas impresionantes y después, con muy buena organización, a la pequeña estancia en la que se sirve el menú gastronómico. No es especialmente bonita ni cómoda, pero cumple. Manteles negros y excelentes copas.  Existe un único menú (95 € en enero) con la inspiración de David García y una visión muy personal de la cocina vasca, siempre viajada y refinada . En lo enológico, me puse en las manos de Santi Carrillo pidiéndole que se basara en generosos (120 €), sabiendo que en esa casa existe una apasionante bodega de vinos del sur. Vamos con la fiesta: -Puerros, pilpil, salicornia (gran emulsión, salino y denso) Empezamos con De la Riva Matalián Vino de pasto 2021 (V.T. Cádiz), con una ligera flor y mucha complejidad. -Quisquilla d

Haranita, Madrid

Haranita es la segunda casa de Nakeima y su ubicación la hace más accesible. Voy. No se puede reservar, así que a la aventura... Barra y mesas altas en un local algo oscuro pero agradable. Servilletas de papel. La carta es tan corta como apetecible. Inspiración asiática y resoluciones refinadas . Únicamente se ofrecen tercios de Estrella Galicia y champagne por botellas. Asumo sus reglas, pero al menos un champagne abierto... Bebí cerveza, claro. Llega la comida. -Encurtidos caseros (aperitivo, correcto) - Ensalada de callos (fríos, picantes y exquisitos, lo mejor de la comida) - Siumai (de papada ibérica, buenísima masa, una delicia) - Black bao (relleno de guiso de sepia con cilantro, un clásico de Nakeima, muy rico) -Bunwich Mr. Chang (con panceta a baja temperatura y después lacada, goloso) -Cochifrito (matices muy interesantes, aunque alguna pieza quedaba algo gomosa) El personal se mostró amable. Pagué 38 €. Gran relación calidad-precio y una excelente sensación global. So

Manzanilla en rama Salicornia

Siempre manzanilla: - Manzanilla en rama Salicornia (D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda), monovarietal de palomino fino, encabezado y elaborado mediante el sistema de solera y criaderas desde cero y con uvas de cultivo biológico. Crianza de unos tres años en barrica de roble americano. Amarillo pajizo muy brillante. En nariz es atractiva y yodada . Aromas cítricos, almendras y hierba recién cortada. En boca es vibrante y ligeramente amarga . Lima, pomelo, frutos secos y levaduras. Retrogusto largo. Costó unos 25 €. Una manzanilla diferente pero con la misma esencia. Ese equilibrio de salinidad y amargor la hace especial, y a la vez muy interesante. Única en su especie. 

Dos desayunos madrileños más

La hora del desayuno es buena para probar sitios nuevos. Allá vamos. En Balbisiana todo apetece mucho. La tarta de galletas con chocolate es excelente. Su café, en cambio, es mejorable. Precios altos. En Ambu Coffee el café es maravilloso. Para acompañar, elegí un cardamom roll muy bien hecho. Disfruté de verdad. Seguiremos buscando más opciones.

La llorería, Madrid

  Otro proyecto que apetece en Chueca. Un bar de toda la vida con cocina actual, podría decirse. Decoración sin interés. Comimos en la barra desnuda. Copas adecuadas. La carta preside el local y todo es llamativo , así que nos dejamos llevar. En lo enológico, también pedimos recomendación y se nos ofrecieron tres o cuatro botellas. Optamos por  Domaine Charvin Côtes Du Rhone 2020 (Côtes Du Rhone A.O.C.), muy frutal y fresco. Cenamos: -Aperitivo (crema de yema de huevo curada, agradable) -Trigo-ajo-zanahoria (rico untable, me encanta la zanahoria para estas cosas) -Aguachile-calabacín-ciruela (algo anodino, pero es buena idea y técnicamente está bien resuelto) - Lengua-mejillón-tirabeque (buenísima combinación, gran plato) -Coliflor-bacon ibérico-puntillas (fallido, rebozado grueso de las puntillas que quedan húmedas, los contrastes son cuestionables) - Bonito-espárrago-sardina (la vedette de la cena, sin duda ninguna, bonito con unos matices espectaculares) -Kataifi-queso-maple (cor

OSA, Madrid

Una de las aperturas más sonadas y esperanzadoras de este país es OSA , este pequeño restaurante madrileño. Había que conocerlo. Situado en un chalet de la ribera del Manzanares, supone un viento nuevo y, a la vez, una vuelta a los orígenes. Sala mínima y que recuerda a una casa particular. Mesas muy bien vestidas y copas óptimas. La cocina personal de Jorge Muñoz y Sara Peral marca y define el menú. Optamos por el corto (120 € en enero, momento de la visita) con algún añadido. En lo enológico, carta interesante y curiosa a precios elevados. Bebimos  Chanterêves Aligoté Bas Des Ees 2021 (Bourgogne A.O.C.), intenso y mineral, Simon Maye & FilsVieilles Vignes Syrah (A.O.C. Valais), que creo que es el primer vino suizo que pruebo y me gustó bastante, y  Kaori Hanayagu Junmai , un sake fermentado con levadura de vino que acompañó de maravilla a quesos y postres. Vamos con la comida: - Viande et charcuterie (descomunal selección de charcutería elaborada en el restaurante, cuello de g