Sección Gourmet

Comida informal en el centro de Zaragoza. Propuesta de comida callejera venezolana . Disponen de dos locales, esta visita fue en la calle José Luis Albareda. Espacio sin interés, algo descuidado. Manteles y servilletas de papel. Carta centrada en arepas y otros platos típicos del país sudamericano . No bebimos vino. Comimos: - Tequeños mixtos (masas de trigo, maíz y plátano, me gustó mucho el tradicional, de trigo, y también el de maíz, las salsas algo insulsas) -Yuca frita (muy bien hecha, para comer sin parar, de nuevo la salsa requiere un replanteamiento) - Arepa reina pepiada (con pollo, mayonesa, aguacate y cilantro, fresco y sabroso) No tomamos postre. Café mejorable. El personal es amable. Pagamos unos 16 € por persona. Estamos ante una opción interesante para comer algo diferente por esa zona. No hay lujos ni adornos, pero en los platos hay sabor y autenticidad. Merece una oportunidad. O dos.

Más Galicia: - Sameirás blanco 2018 (D.O. Ribeiro), coupage de treixadura, albariño, godello, lado, loureira, torrontés y caíño blanco sin crianza. Amarillo verdoso, reflejos dorados. En nariz es expresivo . Fruta de hueso, cítricos, notas florales, hierba seca y miel. En boca es untuoso y fresco . Refrenda nariz. Complejo. Retrogusto medio. Costó unos 9 €. Gran vino y mejor relación calidad-precio. Buena acidez, estructura y muchos matices en una botella que ofrece mucho. Un acierto.

Tenía ganas de conocer este restaurante zaragozano y ha sido una de mis primeras visitas tras el parón. Su tarta de queso es el reclamo, pero hay más. Céntrico y espacioso. Ecléctico. Mesas desnudas y servilletas de papel. La carta ofrece preparaciones variadas, creativas y efectistas con la carne en un lugar preferencial . No hay menú. No bebí vino. Comimos: -Brioche de steak tartar (goloso bocado, bien aliñado y carne de calidad) - Ensaladilla de cuento (con ibéricos, pimentón, huevas y muchos contrastes, diferente y agradable) -Terciopelo de panceta (glaseada con teriyaki, con curry verde, té matcha, coco deshidratado, patatas fritas y manzana verde, algo deslavazado, pero pieza bien cocinada) - Original burger (fantástica hamburguesa, de las que se quedan en la memoria, buena carne en un punto extraordinario, salsa de tomate casera y cheddar, las patatas chips también merecen elogios) - Nuestra tarta de queso casera (deliciosa, textura muy conseguida) El café no estuvo a la al

Una de esas garnachas que todo lo pueden: - La Création 2017 (Vin de France, uvas de Châteauneuf de Pape y de Lirac), monovarietal de garnacha con crianza en tinas de arcilla toscana. Bonito color violáceo, ribete rubí. En nariz es pura elegancia . Flores y frutas rojas en sazón, también hierbas aromáticas y especias. En boca es sedoso . Persiste mucha fruta madura, casi compotada, pimienta, regaliz y hierbas. También notas salinas. retrogusto largo. Costó unos 30 €. Un vino apasionante. Este ensamblaje de uvas de uno y otro lado del Ródano y ese carácter frutal hacen de este vino una absoluta excelencia. Profundo, largo y delicioso.

Albariño, que apetece: - Leirana 2019 (D.O. Rías Baixas), monovarietal de albariño con unos 6 meses en foudres de roble. Amarillo verdoso limpio y brillante, ribete plateado. En nariz es expresivo . Flores blancas, cítricos, hierbas aromáticas y notas salinas. En boca se muestra fresco y sabroso . Mucha fruta blanca. Buena acidez. Equilibrado. Retrogusto largo. Cuesta unos 13 €. Impresionante. Frescura acompañada de complejidad . Uno de esos vinos que le dan sentido a todo. Qué alegría.

Castilla existe: - Altos de la finca 2015 (I.G.P. Tierra de Castilla), coupage de petit verdot y syrah con unos 18 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. Picota de capa alta, ribete granatoso. En nariz es expresivo . Fruta negra y roja en compota, chocolate negro, café y flores. En boca es agradable . Más fruta compotada, caramelo y algo de café. Algo empalagoso. Retrogusto medio. Fue un regalo, pero cuesta unos 16 €. Un vino correcto que no llega a un escalón superior por ese exceso de notas dulzonas . Pese a ello, muy varietal y fácil de beber.

Y hoy chianti: - Castello Dei Rampolla Chianti Classico 2016 (Chianti Classico D.O.C.G.), coupage de sangiovese con algo de cabernet sauvignon y merlot. 8 meses en cemento, 12 en roble con poco o nulo tostado y al menos 6 meses en botella. Rubí intenso de capa media-alta, ribete granatoso. En nariz es expresivo . Fruta roja, especias, sotobosque y flores. En boca es ligero y elegante . Mucha fruta madura, pimienta, clavo, hierbas aromáticas... Buena estructura. Retrogusto medio. Costó unos 22 €. Me ha gustado mucho . Frescura, trago suave y placentero y esa sensación de querer seguir bebiendo... Muy bien.