Hablaré aquí de varios establecimientos cuyo único denominador común es que fueron escogidos para aperitivos en mi último viaje a la capital. En Casa Labra la parada es imprescindible. Magníficas tajadas de bacalao y cañas bien tiradas. En Lily , en el Mercado de Los Mostenses, probamos un ceviche clásico. Muy fresco y sabroso. Para beber, Cusqueña bien fría. Sitio modesto y cumplidor. En el Mercado de La Paz comimos unas gambas de cristal fritas que estaban crujientes y ricas, aunque un mejor aceite hubiera elevado el resultado. Pocas y mediocres opciones de vinos por copa. En Álbora la excelencia tuvo esta vez la forma de una ración de coppa Joselito , una de las mejores chacinas del mundo. Jugosa, sabrosa y memorable. Cañas excepcionales. En La campana los calamares son una religión y lo cierto es que son agradables. Bien fritos y tiernos por dentro. El aceite es mejorable. Cañas correctas y precios amables. Noble costumbre la del aperitivo madrile
El blog gastronómico de El francotirador