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Mostrando entradas de septiembre, 2021

Blau de mar, Arenys de Mar (Barcelona) (II)

Vuelta a este restaurante , esta vez en el interior.  Sensación de comodidad. Ningún cambio reseñable. Ese día había una actuación de jazz en la terraza, además. Bebimos Marta Violet 2020 (D.O. Penedès), un vino floral y ligero. Cenamos: -Ostras gallegas (finas y sabrosas) - Calamares de Arenys a la andaluza con mayonesa de guindilla ahumada (impresionante fritura de un gran producto, exquisitez) - Gambita roja de Arenys salteada   (pequeño calibre pero mucho sabor, deliciosas) -Mejillones a la vinagreta (buen punto, pero no es mi salsa favorita para acompañarlos) - Cremoso de chocolate, sorbete de fresas y tierra de almendra (postre de nivel, maravillosas fresas de Can Marpons y cremoso y sorbete conseguidos) El café es excelente. El personal, con evidente falta de experiencia, fue amable. Pagamos 27 € por persona. Mucho mejor percepción que en mi visita del verano pasado. Todo más nítido, más cuidado y más rico . Y hasta precios más contenidos, aunque esto fue una cena frugal. Qu

Can Jaume, Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona)

Su impresionante terraza en la propia playa acabó de convencerme para ir a este restaurante especializado en arroces y mariscos. Se aparca, con descuento, en el caro parking del puerto deportivo. Local muy clásico, pero con una tarima sobre la arena que lo cambia todo.  Manteles de otro tiempo, copas mediocres y mobiliario a revisar. Carta muy extensa donde lo marino predomina . En lo enológico, poco interés. Bebimos un fresco Roura Sauvignon Blanc 2019 (D.O. Alella) Llega la comida: - Morralla frita (buena técnica, con especies poco habituales en otras zonas, me gustó) -Carpaccio de gambas de Arenys y ceps con almendra tostada (algo anodino y mejorable en cuanto a textura) -Mejillones a la brasa (fantástico sabor a brasa aunque punto mejorable) - Arroz con sepia y escórpora (muy bien hecho, potente, un arroz excepcional) -Coca de Llavaneres (agradable, deliciosa crema pastelera) El café no fue nada especial. Pagamos unos 50 € por persona. Solo el arroz está al nivel de esa terra

Argüeso Fino 1822

Volvemos a Jerez: - Argüeso Fino 1822 (D.O. Jerez-Xérès-Sherry), monovarietal de palomino fino elaborado mediante el tradicional sistema de solera y criaderas con una crianza biológica de unos ocho años. Bonito color dorado. En nariz es sugerente . Frutos secos, pan tostado y hasta fruta de hueso. En boca es salino y untuoso . Buena intensidad. Almendras y mineralidad. Retrogusto largo. La botella de 37,5 cl. costó unos 5 €. Gran vino y mejor relación calidad-precio. Inusitada potencia para este fino tan peculiar. Su larga crianza genera un producto mucho más importante de lo que parece.  

Els pescadors (La llotja), Arenys de Mar (Barcelona) (II)

Ningún cambio, pero muchas ganas de que mis acompañantes conozcan este sitio . Las cartas también permanecen. Bebimos  Gramona Mustillant Blanc 2020 ( D.O. Penedès ), amable, y  Abadal Picapoll 2020 (D.O. Pla de Bages) , que me parece impresionante. - Calamares a la romana (buenísimos, un placer) - Gambas medianas salteadas (calibre irregular pero impresionante calidad, sabor y textura inconmensurables) -Parrillada de pescado y marisco (buenos productos y correcto tratamiento, destacaron el rape y la merluza) -Sepia a la plancha (excepcional y en un punto altamente satisfactorio, adictivas patas fritas) -Sorbete de limón (sin interés) -Tarta al whisky (industrial, mediocre) El café, también mejorable. El personal andaba algo desbordado ese día, pero fueron amables. Pagamos unos 45 € por persona. La ubicación del restaurante es espectacular, y además permite observar la llegada de los barcos pesqueros a la lonja. Eso y su honestidad son las mayores virtudes del establecimiento. Obviam

Viñas del Vero Vendimia tardía 2013

Un dulce curioso: - Viñas del Vero Vendimia tardía 2013 (D.O. Somontano), monovarietal de riesling a partir de uvas sobremaduradas y afectadas de botritys y posterior crianza en barrica. Color amarillo pajizo.  En nariz es opulento . Membrillo, limón, jengibre, miel y petróleo. En boca es intenso y complejo . Más fruta de hueso, cítricos, mazapán, miel y hasta un punto de hierbas. Retrogusto largo. Fue un regalo pero la botella de 50 cl. cuesta unos 45 €. Estamos aquí ante un vino muy especial, realizado únicamente los años en los que se dan las condiciones adecuadas. Equilibrio, potencia y elegancia.

Señora de las Alturas 2018

Un vino especial: - Señora de las Alturas 2018 (D.O. Navarra), monovarietal de garnacha con crianza de 12c meses en barricas de roble francés de 500 l. Picota de capa media, ribete granatoso. En nariz es elegante y complejo . Fruta roja y negra en sazón, pimienta negra y mineralidad. En boca es muy expresivo . Equilibrado y sedoso. Persiste fruta. Retrogusto largo. Costó unos 19 €. Una añada que parece extraordinaria y que supone un cambio para este vino hecho para ser eso, especial. La presencia de fruta sin duda lo es. Tomado con pato, me pareció sublime. A tener en cuenta.  

Hapo, Arenys de mar (Barcelona)

Restaurante japonés orientado a la entrega a domicilio, pero con unas pocas mesas en las que comer en el local. El espacio no es el más confortable, puesto que no hay ventanas y el baño se comparte con el equipo, pero es suficiente. Manteles individuales y servilletas de papel, copas mejorables. La carta es muy amplia. Todos los sospechosos habituales de la cocina japonesa más comercial y algún toque creativo. En lo enológico, apenas unas referencias. Escogí Gessamí 2020 (D.O. Penedès), que siempre cumple en estas lides. Vamos con la cena: -Ensalada de pepino y wakame (aperitivo típico, correcto) -Ebi fry (langostinos en tempura y panko, buena técnica, crujientes, con salsas tonkatsu y tártara menos interesantes) - All maguro (combinado que cuenta con varias preparaciones con atún, nigiris, uramakis con aguacate, hosomakis y sashimi, el arroz estaba algo suelto y duro, pero mucho mejor de lo esperado, pescado con muy buenos textura y sabor, un acierto) -Nigiri unagi (anguila con te

La marina, Arenys de Mar (Barcelona) (II)

  El pasado año visité este restaurante y me gustó, así que tenía ganas de volver . Ningún cambio. Ese carro de pescado marca la pauta. La carta de vinos es mejorable pero los precios son amables. Bebimos el elegante Roger Goulart Brut Nature Reserva 2014 (D.O. Cava) y el ligero Signat Brut Nature (D.O. Cava). Llega la comida: -Buñuelo de bacalao (rico) - Ostra gallega especial (buen calibre, aunque algo irregular, y mucha potencia) -Ortiguillas fritas (obviando la desfasada guarnición, jugosas e intensas) -Salmonetes a la plancha (enorme producto y un leve exceso de fuego, pero disfrute absoluto) - Mollera roquera (o brótola de roca) frita (una maravilla, pescado con sabor y textura interesantes, buena técnica de fritura, exquisito) -Crema de limón y sorbete de mojito (fresco, correcto) Gran café final. El personal, con Antonio Jiménez a la cabeza, es muy eficiente. Pagamos unos 48 € por persona. Mismas sensaciones. Necesita actualización en presentaciones y acompañamientos, pe