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Mostrando entradas de julio, 2013

Unas tiendas parisinas

Hoy voy a hablar de dos de los mejores supermercados delicatessen que he visto en mi vida, La Grande Epicerie de Paris y la sección gourmet de Galeries Lafayette . No debe ser nada fácil juntar en esos recintos tal cantidad de productos maravillosos de todo el mundo. En lo que los parisinos conocen como "Au Bon Marché" destacan el vino, las carnes, las aguas, la panadería... En realidad, todo. Espectacular selección de especias de infinidad de países, de comidas preparadas, de producto fresco, de conservas, lo dicho, de todo. Compré varias cosas pero los panecillos de queso me alegraron la vida. Un absoluto paraíso para el gourmet. El otro almacén de sueños que quiero recomendar es una planta en los edificios centrales del gigante francés de las ventas. Me sorprendió más todavía pues esperaba menos. ¡Qué despliegue de medios! Desde comida asiática preparada a lo más extraño que puedas imaginar, de vinos franceses a pescado fresco, todo. En Lafayette también me

Santa Digna Cabernet sauvignon 2011

Vino chileno: - Santa Digna Cabernet sauvignon 2011 (Valle central, Chile), monovarietal, reserva (desconozco su estancia en barrica y botella). Color cereza oscuro, ribete teja. Capa alta. En nariz destaca fruta negra, también cuero y especias. Anodino . En boca es sedoso, eso sí. Fruta y recuerdos vegetales, también chocolate negro. Retrogusto medio. Costó unos 7 €, mala compra. Estamos ante un vino hecho para vender al por mayor, con poca personalidad . Nada malo, pero nada interesante. Se puede beber, claro que sí, y hasta se puede disfrutar, pero nada hará que me acuerde de él. Intrascendente, esa es la palabra.

Ciel de Paris, París (Francia)

¿Alguna vez han elegido ustedes un restaurante por las vistas que ofrece? Yo sí. París bien vale hacerlo de nuevo, en la planta número 56 de la Torre Montparnasse se sitúa este restaurante y sí, las vistas son increíbles. Sitio bonito, en tonos grises, naranjas y dorados, todo secundario. Aquí manda la cristalera y las vistas. Pedí esa situación y accedieron amablemente. Mesas demasiado juntas, pero bien vestidas. Copas mejorables. Menú del día a 38 €, lo tenía claro. Hay más opciones pero requieren desembolso. En lo enológico lo esperado, buenos vinos a precios incómodos. Bebí una copa de un acertado Tour Prignac Grande Réserve 2008 (Médoc, Grand vin de Bordeaux). Comimos: -Trufa de verano, tartine con crema de alcachofas y ensalada de brotes (agradable, la crema era lo mejor del plato) - Carpaccio de atún con eneldo, pimiento y piñones (el primero de mi acompañante, lo compartimos, bastante bien hecho) -Entrécula de ternera guisada con pleurotus, gratén de a

Verjus bar à vins, París (Francia)

La idea era una cena informal y divertida así que elegí este local cercano al Palacio Real. Local diminuto, solo doce taburetes, pero con la sensación de autenticidad . Al entrar te das cuenta de que es el sitio al que debías ir. Se come en la barra o en la balda situada a lo largo de todo el local. Nada de mesas. Servilletas de papel (y malas). Incomodidad. Peores copas de lo que imaginaba. Los platos apetecen, todo en pequeñas raciones. Los vinos por copas están escritos en la pared, además hay también carta. Precios algo más amables de lo habitual en París. Probé Château de Merànde La belle romaine 2010  (Vin de Savoie A.O.C.), que me gustó bastante, y Rinaldi e Figli Barbera d'Alba 2010 (Barbera d'Alba D.O.C.), mejor que el anterior, un vino muy notable. Cenamos: -Gyozas de apio, salsa "dan-dan", cacahuetes tostados y cebollino (realmente curioso, agradables, quizá demasiado crocante el apio) - Patatas fritas Joe's shoestring, togarashi, ketchup

Torta de aceite Inés Rosales

La torta de aceite Inés Rosales es uno de esos compañeros que consiguen por sí solos alegrar mi desayuno. Harina de trigo, aceite de oliva virgen extra , azúcar, ajonjolí y matalahuga se mezclan para dar un producto tan simple como prodigioso. Hechas de manera artesanal y con la receta mantenida a través de los años constituyen un reducto de lo auténtico y una singularidad en los mercados. El precio también es bastante amable pues el paquete de seis vale 1,30 € aproximadamente, eso a mí me parece casi un regalo . He probado de otras marcas pero estas son más finas y sabrosas, no las he encontrado mejores. Creo que este es uno de esos productos que pueden gustar a todos, que deberíamos valorar más y mejor. Placer en papel parafinado.

Sola, París (Francia)

Hay restaurantes de los que uno espera mucho, Sola era uno de ellos. Ni gastronomía francesa ni gastronomía japonesa, creatividad. El chef Hiroki Yoshitake y su equipo ofrecen una de las cocinas más singulares y personales que recuerdo. El local está situado casi a orillas del Sena y enfrente de Notre Dame, muy céntrico pues. Pedí el salón japonés , en la planta baja. En él debes descalzarte y ponerte unas cómodas zapatillas y sentarte en el propio suelo dejando las piernas en el hueco creado a tal efecto. Curiosa puesta en escena. Mesas vestidas con un camino de mesa y servilletas de tela, copas correctas. Sitio muy especial. Lo primero que se sirve es una de esas toallitas que "crecen" con el agua, está visto pero me gusta. Al medía día el menú vale 48 € y no hay otra opción (por la noche son 88 € e incluye más platos). Vinos a precios poco simpáticos pero muy interesantes. Bebimos una copa de Château de Suronde Anjou 2010 (Anjou A.O.C.) que resultó un buen vino, aro

Le bistrot Paul Bert, París (Francia)

Cenar en un bistrot parisino clásico es uno de esos placeres que un aficionado a esto de la gastronomía debe concederse, sin duda alguna. Este local fue mi primera opción. Situado en un barrio joven, vivo y lleno de grandes restaurantes, de él destacan sus carnes y sus preparaciones de grandes platos de la gastronomía francesa. Mesas muy juntas, manteles de papel y copas pésimas, ¿parte del encanto o muestra de lo poco que importan esas cosas por allí? Hay fórmula o menú, llámese como se prefiera, y los platos apetecen, todo por 36 €. Gran carta de vinos, con cientos de referencias, a precios parisinos (altos). Me quedé con un Abracadabrantesque 2010 (Coteaux Varois en Provence A.O.C.) que estaba realmente bueno, una agradabilísima sorpresa. Con los postres llegó una copita de Antoine Arena Muscat du Cap Corse 2011 (Muscat du Cap Corse A.O.C.), fresco y con un ligero dulzor muy interesante. Cenamos: - Terrina de campaña casera (fantástica, uno de esos platos que dan sentid