Sección Gourmet

Un poco de Châteauneuf-du-Pape: - Patrick Lesec Cairanne 2018 (Cairanne A.O.C.), coupage de garnacha, syrah y mourvèdre con una crianza de 24 a 36 meses en cubas y una pequeña parte en barrica. Picota de capa media, ribete granatoso. En nariz es expresivo . Frutos rojos y negros, garriga, pimienta, canela... En boca es sedoso . Refrenda nariz. Potente. Retrogusto medio. Costó unos 11 €. Mucha fruta para una propuesta interesante a un buen precio. Este négociant del Ródano suele ser un seguro . Recomendable.

Otro tinto gallego: - Bancales Olvidados 2018 (D.O. Ribeira Sacra), monovarietal de mencía con unos diez meses de crianza en barricas de roble francés. Picota de capa media, ribete violáceo. En nariz es intenso . Violeta, frutos negros, pan tostado, pimienta negra y clavo. En boca es rico y complejo . Refrenda nariz. Retrogusto medio. Fue un regalo, pero cuesta unos 15 €. Un vino singular, fruto de un proyecto y de un lugar poco convencionales . Agricultura heroica, dicen algunos, y no les falta razón. Aunque hoy en día toda la agricultura de pequeña producción lo es. Correcto.

Más Portugal: - T'Nac 2010 (Dão D.O.C.), monovarietal de touriga nacional de viñas viejas sin crianza en barrica. Puesto a la venta de nuevo este año. Cereza intenso de capa alta. En nariz es potente y muy floral . Fruta negra, flores violetas y hierba aromática. En boca es estructurado y elegante . Complejo, sabroso y especialmente vigoroso. Buena acidez. Retrogusto largo. Costó unos 17 €. Un vino espectacular, únicamente lastrado por un exceso de partículas.  Me ha sorprendido especialmente, la verdad. Muchísima fruta y una singularidad muy especial. Y es del 2010, algo inaudito. Si todavía queda alguna, cómprenla.

Restaurante que propone una cocina que une tradición china, matices peruanos y productos del entorno en Lleida. Local estrecho y con decoración asiática. Mesas desnudas, pequeñas y demasiado próximas entre sí. Servilletas de tela y copas mejorables. La carta es amplia y desarrolla la propuesta mencionada. Solo hay menú del día, no degustación. En lo enológico, pocas opciones y escaso interés. Escogí Parés Baltà Honeymoon 2021 (D.O. Penedès), un vino singular y aromático. Comimos: -Cóctel de bienvenida (agradable) -Ceviche de lubina (con cebolla morada, aguacate, fruta de la pasión y chips de yuca, le sobra dulzor y le falta acidez, buena textura del pescado) -Nems de langostinos en tempura (con queso crema, pimiento rojo y lechuga, ricos, aunque quitaría el queso) - Dumplings de cerdo y sobrasada ibérica con miel (muy sabrosos) -Dumplings de tortilla de patata con cebolla y sal de jamón ibérico (masa conseguida, relleno algo soso) -Bao de panceta con teriyaki y mejillones en escabe

Estamos ante un proyecto muy creativo y ambicioso en el marco de un restaurante tradicional oscense y claro, había que conocerlo. Se accede por el antiguo restaurante, en donde también comienza el menú. La parte nueva es totalmente blanca, con solo tres mesas y conseguida sensación de vanguardia. Mesa enorme y bien vestida, copas óptimas. Gran comodidad. Hay dos menús y escogimos el corto, Esencia (80 €). En lo enológico, carta interesante a precios correctos. Optamos por  El Sueño Bobal Cepas Centenarias Caliza 2019 (D.O. Utiel - Requena), sabroso y perfumado, me encantó. Llega la cena: -Liturgia de las migas (tostada con sobrasada de latón, gelatina de vino y sal negra del Himalaya con su característico sabor a huevo frito, intentando emular el plato original, conseguido) Alrededor del fuego se sirve la continuación de la liturgia. El consomé de pan tostado y jamón es curioso y al panipuri de migas le falta un punto de refinamiento. Pasamos al comedor. -Recao de Binéfar (homenaje

Tinto gaditano: - Iceni 2019 (I.G.P. Cádiz), coupage de tintilla de Rota y syrah con crianza de siete meses en barricas de roble francés. Cereza intenso de capa alta, ribete violáceo. En nariz es nítido y potente . Fruta roja, regaliz rojo, maderas nobles y hasta flores blancas. En boca es voluminoso y fresco . Frutas rojas y negras, hierbas aromáticas, pan tostado... Cierto amargor final bien integrado. Retrogusto medio. Costó unos 11 €. Un vino singular, suave y vibrante pero con elegancia . Sorprende más que cautiva, también hay que decirlo, pero realmente es agradable. Probadlo.  

Visité Málaga en febrero, aunque solo tengo ganas de volver. Ya hablé de La cosmopolita , pero la ciudad es infinita. Dejaré en esta entrada alguna buena idea más. En El yerno , en el esplendoroso Mercado de Atarazanas, uno podría pasarse horas y horas apoyado en esa barra metálica que anuncia placer y costumbrismo a partes iguales. Buenas conchas finas , mejores boquerones y manzanilla helada. El paraíso. El pimpi es un bar muy especial. Enorme, tradicional e hipnótico. Me gusta. Probamos sus croquetas de gambas al pil pil , que me parecieron excelentes, y los boquerones al limón, muy ricos. En El cabra pedimos, cómo no, espeto de sardinas y rosada frita . Ambos correctos. En El Balneario de los Baños del Carmen se disfruta de un espacio privilegiado, absolutamente imprescindible. Lo gastronómico no está a la altura de las vistas, pero la dorada espetada y, sobre todo, el calamar con la misma técnica son una delicia. De los mejores calamares que he probado. Uvedoble me parec

Hoy volvemos a Argentina: - Felipe Staiti Euforia Malbec 2020 (Valle de Uco, Mendoza), monovarietal de malbec con un año de crianza en barricas de roble nuevas y usadas. Rojo intenso, ribete granatoso. En nariz es elegante . Fruta y flores rojas, especias y hasta algo de mineralidad. En boca es estructurado . Muy limpio. Refrenda nariz. Retrogusto medio. Costó unos 18 €. Una bodega de un músico, con enólogo famoso, y que produce en Argentina y en Italia. Y encima, este al menos, está bueno. Sorpresas te da la vida. Potencia y equilibrio .  

  Más Italia: - Tenuta La Fuga Rosso Di Montalcino 2020 (Rosso di Montalcino D.O.C.), monovarietal de sangiovese con crianza de 12 meses en fudres de roble eslovaco de 40 hectolitros. Cereza de capa media-alta, ribete violáceo. En nariz es fresco , con mucha fruta roja y especias dulces. En boca es sabroso y equilibrado . Buena acidez. Fruta roja y algo de mineralidad. Retrogusto medio. Costó unos 17 €. Amplio y goloso, ha conseguido darme más de lo que yo esperaba . Un buen vino. Italia y yo tenemos muchos vinos pendientes.