Vuelta a un sitio que me encanta . Y casi nada ha cambiado. El menú vale ahora 32 € más los extras, pero es el mismo del verano pasado. Esta vez bebimos el superlativo Clos Lentiscus Malvasía de Sitges Blanc de blancs Brut Nature (D.O. Penedés) y el cumplidor Barco del Corneta Cucú 2021 (V.T Castilla- León). Comimos: -Rusa de trucha ahumada (untuosa, mejor que la recordaba) -Hummus de garbanzo con yogur de lima (ligero, rico) -Ostras (pequeñas pero sabrosas) -Mejillones thai (buen punto y correcto aliño, aunque les sigue faltando pegada) -Arroz de calamar, zamburiñas y salmorejo (potente y equilibrado, quizá algo menos de tostado en los bordes hubiera mejorado el conjunto) -Babá al ron con chantilly (sigue magnífico, un placer) Correcto café final. El personal, tan amable como siempre. Pagamos alrededor de 55 € por persona. Infalible, diferente y a pie de playa. Un fijo en la ciudad, indudablemente. Un sitió que llegó y sabe mantenerse, lo que quizá sea todavía más difícil. Alegría.
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