Me gusta la Navidad, no por lo religioso ni por lo entrañable, que no es lo mío, sino porque es la excusa para comer mejor en las casas y también para degustar productos propios de estas fechas.
En mi casa la Navidad llega con la primera caja de polvorones. Me gustan éstos, La Estepeña. No son los mejores, claro que no, hay muchos artesanos o incluso otros de la misma marca que son superiores, pero su relación calidad-precio (unos 4 € la caja de 650 g.) los hace imbatibles. Luego llegan otros dulces navideños, algunos mejores, pero los polvorones dejan su marca.
Harina de trigo, manteca, almendras y especias, poco más, nada menos.
Trozos del fruto seco y muy buena textura, sabor delicado.
Si he de defender las tradiciones de estas fechas comenzaré por los polvorones, que nadie espere mucho más.
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