El quinto vino, Madrid

Este es uno de esos sitios donde Madrid sigue siendo aquel de villa y corte. Le tengo cariño, me apetecía hablar de él.
Típico local que permanece imperturbable...
Te reciben con un caldito en invierno, y aunque no es lo mío se agradece...
Para beber optamos por unas cañas y luego por la Manzanilla en rama Micaela (D.O. Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda), que me pareció una absoluta delicia.
Hay que probar las tortillitas de camarones. En Madrid solo las he probado mejores en Surtopía. Sublimes.
Y luego nos apetecieron los callos con garbanzos. Tan clásicos como buenos. Gran guiso.
Como es norma en la casa, cada poco tiempo se ofrecen tostadas con pisto, sobrasada... Buenos detalles.
Este aperitivo costó unos 7 € por persona, genial.
Y bueno, eso es todo, que te vas de aquí con una sonrisa...
Larga vida a esta vida...

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