Ya ha habido dos entradas en este blog sobre tapeo en El Tubo zaragozano (una y otra), pero no me resisto a contar lo bueno y malo de esta zona.
Comenzamos en el maravilloso Almau, imprescindible.
Probé la anchoa Garum y me gustó bastante, aunque el nombre es cuestionable. La miel sobresale.
La sorpresa agradable fueron estas gambas en tempura de Il Gamberetti, delicadas y muy bien fritas. Una ración que puede gustar a casi todos, un acierto.
La cruz de la moneda llegó en el Candolías, del que guardaba algún buen recuerdo, pero que se esfumaron al probar unas rabas que no valían la pena.
Para beber, lo de siempre, cañas y buen vino aragonés.
El precio anduvo por los 12 € por persona. La compañía y el buen ambiente siempre hacen el resto.
Comenzamos en el maravilloso Almau, imprescindible.
Probé la anchoa Garum y me gustó bastante, aunque el nombre es cuestionable. La miel sobresale.
La sorpresa agradable fueron estas gambas en tempura de Il Gamberetti, delicadas y muy bien fritas. Una ración que puede gustar a casi todos, un acierto.
La cruz de la moneda llegó en el Candolías, del que guardaba algún buen recuerdo, pero que se esfumaron al probar unas rabas que no valían la pena.
Para beber, lo de siempre, cañas y buen vino aragonés.
El precio anduvo por los 12 € por persona. La compañía y el buen ambiente siempre hacen el resto.
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