Obrador, despacho de pan y cafetería en un mismo local, suena bien y sabe mejor.
Para mí es ya un fijo para los desayunos cuando me encuentro en el centro de la capital aragonesa.
Muy buen hojaldre, fantástica tarta de zanahoria, buenas cañadas dulces y gran pan. Eso he probado por ahora.
El café, siendo correcto, merecería estar a la altura de lo que sale del horno. Cada uno de ellos va acompañado de un pedazo de cañada, cortesía de la casa. Agradezco mucho esos gestos.
Los precios son adecuados, por poco más de 3 € puedes tomar café y bollería, y el personal es muy atento.
Especialmente recomendable.
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