Ir al contenido principal

La Table Saint Crescent, Narbona (Francia)

Un "estrellado" con un menú del día de 35 €, suficiente motivo para conocer esa cocina.
El local es muy bonito, se trata de un antiguo convento medieval rehabilitado en el que predomina la piedra expuesta y el blanco. Las lámparas y el mobiliario son de diseño.
Las mesas, bien separadas entre sí, son amplias y están maravillosamente vestidas. Las copas son impresionantes y la cubertería está al mismo nivel.
Se ofrecen preparaciones creativas a base de buen producto de la zona. Existen varios menús, desde el comentado de 35 (llamado Déjeuner d’Affaires y en el que no se eligen los platos aunque si nos ofrecieron carne o pescado) hasta el más largo de 95 €. En lo enológico disponen de una carta corta centrada en vinos del sur de Francia y precios prohibitivos. Escogí, tras un intento fallido, Premier Rendez-vous Version Longue 2014 (Montlouis sur Loire A.O.C.), un chenin blanc de una complejidad asombrosa. De los mejores vinos blancos que he probado. El agua con gas, Chateldon 1650, es siempre de agradecer.
Comimos:
-Mozzarella, tomate y hierbas (gran aperitivo, recuerda a una pizza, delicioso)
En ese momento se sirvió el pan, que tenía mejor aspecto que sabor, y un aceite de oliva con café Lavazza creado por el chef, Lionel Giraud, que me pareció magnífico.
-Huevo pochado, champiñones y aire de comté (grandiosa versión de este plato tan manido, muchísima potencia y delicada textura)
-Lomo de porc noir de Bigorre con verduras (con muchos matices, algunos morunos, otros más frescos, y una carne excepcional, platazo absoluto)
-Profiterol de higos y vainilla (de buen tamaño y con helado en el interior, muy bien hecho)
El café es excepcional. Imprescindible pedirlo.
El servicio es propio del nivel, extremadamente atento y capaz. Mención especial para el sumiller, Albert Malongo Ngimbi, que me pareció un gran profesional.
Pagamos 51 € por persona.
Esto no fue más que una toma de contacto con la cocina de Lionel Giraud, pero fue muy positiva. Quizá añadiendo algún otro entrante ligero este menú quedaría redondo, eso sí.
Criterio, técnica y creatividad se ven a la primera, y aquí aparecen en cada preparación. La limpieza de las presentaciones, la cantidad de detalles y la nitidez de los sabores hablan por sí solos.
La sala funciona a la perfección, ese es otro punto a su favor.
Me quedé con ganas de más. Y eso es bueno.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Centro ostrícola de Leucate, Francia

Leucate reúne a un buen puñado de productores de ostras y otros moluscos . Estos mismos proponen la degustación de estas delicias marinas en sus locales. Hay unas quince pescaderías reconvertidas en bares que ofrecen una propuesta muy similar; ostras, almejas, buccinos, gambas, mejillones y poco más. Para beber hay vino de la zona, un muscat muy prescindible y un chardonnay algo mejor. Se ofrece agua gratuita. En Allary probamos sus ostras , diferentes a las del resto pues son Caramon, y realmente eran exquisitas. Mejillones, crudos, y almejas, crudas y diminutas, me gustaron menos. Me sorprendieron también las gambas , muy sabrosas. En  Chez Cul d'Oursin las ostras eran las Cap Leucate y mostraban esos matices de frutos secos que anuncian. Muy ricas también. Las almejas eran similares a las anteriores, pero los mejillones , con granos de mostaza, eran deliciosos. En L'Aquarium me encantaron los buccinos y las gambas . También pude probar una almeja giga

Crema de alcachofas Deluxe

Tengo a los productos navideños del Lidl , todos ellos envasados bajo la marca Deluxe, por una compra segura. Los fabricantes son distintos así que la calidad es desigual, pero el nivel medio es bastante correcto. Uno de los que más me gusta es la crema de alcachofas , un untable con buena textura y mejor sabor. Resulta muy útil, además, en la elaboración de aperitivos sencillos para comidas familiares. Cuesta entre 1 y 2 €, según promociones, lo que me parece muy adecuado. No en vano, el precio es uno de los atractivos de toda esta gama de productos . En definitiva, especialmente recomendado.

Nublo, Haro (La Rioja)

Nublo es uno de esos proyectos que apetecen. Situado en el centro de Haro, es un remanso de paz. Un viejo caserón remodelado con mucho gusto con la piedra y los telones como protagonistas. Mesas con manteles de una tela satinada que no me parece agradable, pero muy bien separadas entre sí. Copas maravillosas. La cocina del fuego , del humo y del producto noble es el hilo conductor del proyecto. Se ofrecen dos menús degustación. Opté por el Nublo, el corto, que a principio de junio valía 70 €. En lo enológico, preciosa bodega que es lo primero que se enseña del restaurante y que hace de carta visual. Elegí la armonía de vinos que va con el menú (49 €), que constó de  El Pacto del Alto Najerilla 2021 (D.O.Ca. Rioja), un blanco descomunal,  Bordón D'Anglade Crianza 2020 (D.O. Ca. Rioja), frutal y equilibrado,  Adorado de Menade Solera 1967 (V.T. Castilla y León), complejo y con una ligera flor, Delicia de Baco Crianza 2019 (D.O.Ca. Rioja), untuoso y sabroso, Imperial Reserva 2018