-Günther Steinmetz Brauneberger Riesling 2018 (Mosel), monovarietal de riesling fermentado en acero inoxidable.
Amarillo claro, reflejos verdosos.
En nariz es rico y expresivo. Marcado carácter mineral, notas cítricas y hierba recién cortada.
En boca es fresco, estructurado y ligero. Persiste mineralidad y aparece mucha fruta blanca. Retrogusto largo.
Costó unos 12 €.
Un vino agradable, fácil y muy adecuado para acompañar comida japonesa. Da justo lo que se espera que dé, y eso nunca es poco.
Esa pizarra de la zona no deja de dar alegrías.
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