Slow & Low, Barcelona

Buscaba una opción creativa en Barcelona y me decidí por este restaurante.

Local largo y decoración actual. Preciosa barra. Pero cierta sensación de frialdad.

Servilletas de hilo y muy buenas copas.

La propuesta se centra en cocina creativa con productos marinos principalmente. Hay varios menús. Opté por el SLOW & LUNCH (45 €). Se incluye una copa de vino, que fue de Nadal X Vermell  Xarel·lo vermell 2019 (D.O. Penedès), sensacional, y además pedí Finca Viñoa Embotellado Tardío 2019 (D.O. Ribeiro), elegante. Precio de las copas muy elevado.

Comí:

-Royale de codium, berberechos y limón (maravillosa preparación, nitidez y buenos matices)


-Tomate de Barbastro con gallete bretonne y helado de queso herreño (rico, excepcional aceite de oliva como hilo conductor)

-Taco de nori con bonito (goloso, gran bocado)

-Curry verde de raya y setas (impresionante textura por la gelatina de unas tripas de bacalao, muy bueno)

-Noodles de paella al wok, mayonesa de azafrán y cangrejo (muchísimo sabor, un acierto)

-Helado de sobao, miso y chocolate (exquisito)

Café de gran calidad.

El personal estuvo atento.

Pagué 60 €.

Las únicas pegas de este menú serían en lo referente a la cantidad, que considero algo escasa, pero los platos te hacen olvidar esa cuestión.

Se nota criterio en cada detalle, en cada contraste...

En definitiva, un almuerzo magnífico en un restaurante que, para ser masivo, deberá replantear precios y volúmenes.









Comentarios