Hoy toca orange wine georgiano, casi nada:
-Sébastien David Primitif 2018 (Kakheti, Georgia), coupage de rkatsiteli y mtsvane vinificado en qvevri en el que macera con pieles 180 días y permanece 24 meses.
Color naranja brillante.
En nariz es profundo y elegante. Fruta de hueso, semillas de mostaza, dátiles y hasta setas.
En boca es equilibrado y fino. Melocotón, higos, notas de tierra mojada y hasta caramelo. Retrogusto largo.
Costó unos 20 €.
Uno tiene la sensación de estar ante un vino único, una herencia vinícola milenaria y una visión personal de la misma.
Lo considero más interesante que rico, pero lo he disfrutado mucho con un amigo.
A seguir explorando.
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