Le tenía ganas a este restaurante . Veamos. Local bonito, actual e informal . Mesas con camino de mesa y magníficas copas Riedel. Cocina de mercado con ciertos toques de creatividad. Al ser sábado se ofrecían menús de 20 y 35 € y carta, que fue lo que escogimos. Carta de vinos bastante interesante de la que elegí un sabroso y elegante Ritme 2013 (D.O.Q. Priorat). Por cierto, agua de las filtradas y agradable, ya es hora de que se imponga. Comimos: -Nem de pollo al curry, mezclum y manzana (fresco y bien hecho, sobresaliente la mayonesa con curry que le acompaña) - Carpaccio de pulpo con crema de patata y alioli de azafrán (enésima reinterpretación de este plato, sí, pero exquisito esta vez) -Bikini de jamón, mozzarella y trufa (no es como el original pero está bueno) -Calamar asado con salsa de fino y aceite de tinta (buenos puré y salsas, pero producto principal mejorable) - Steak tartar de ternera con manzana verde (no se da a probar con lo cual llegó muy leve