Día de trabajo en Huesca, algo habrá que comer. No conozco este restaurante pero parece interesante, veamos. Sala algo impersonal y mesas demasiado juntas. Mantelería de tela y copas mejorables. Cocina de temporada, de proximidad y con cierta originalidad es la propuesta de la casa. El menú del día, a 17 €, lo demuestra. Incluye vino, en este caso un Bespén Tinto 2015 (D.O. Somontano) que no me satisfizo. Llega la comida: - Arroz Brazal cremoso de verduritas ecológicas y pularda de Poleñino (muy sabroso y en un buen punto de cocción, la pularda estaba deliciosa, solo pediría que se desmigara y se mezclara con el arroz) -Tacos de atún jugoso, mahonesa de kimchi, alga wakame y vinagreta de hortalizas (buen conjunto, aunque algo tímido el uso de especias) -Borracho de brandy, sopa de chocolate blanco y cremoso de cacao (rico cremoso, el resto más anodino) Un buen café cerró la comida. El personal se mostró correcto. La cuenta ascendió a unos 19 € por persona. Me gus
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