Me apetecía conocer esta nueva parrilla argentina.
Se me asignó sitio en la barra. Cómoda, aunque las chispas asustan...Local agradable.
Mantel individual y servilletas de papel. Copas correctas.
La carta ofrece diversos cortes de carne y algunos entrantes interesantes, principalmente. En lo enológico, pocas opciones por copas y algo de desorden. Bebí Elsa Bianchi Torrontés 2020 (Mendoza, Argentina), cítrico y ligero, y Finca Las Nubes Malbec 2020 (Cafayate, Argentina), voluminoso y persistente.
Cené:
-Nems (a las brasas, con langostinos y una salsa agripicante, muy ricos)-Chipá (panecillos de queso y mandioca, me los recomendaron mucho y accedí, acertados)-Boniato frito (muy bien hecho)
-Lomo alto argentino (producto maravilloso y tino con el fuego, sabroso y jugoso)
Buen café final.
El personal de barra se mostró atento y capaz.
Pagué 57 €.
Pues disfruté mucho con la comida y con la amabilidad de los cocineros, que es exactamente lo que buscaba esa noche.
Parece buena idea optar por este bar que Mauricio Giovanini ha destinado a lo sencillo, lo directo y lo divertido.
Comentarios
Publicar un comentario