Allá van más opciones en Madrid. Corresponden a dos viajes de octubre y enero pasados.
En Perretxico probé La vacuna, un buñuelo con chuleta de vaca y anguila al que se le inyecta el jugo de la res.
Agradable.
En El sainete opté por sus maravillosos torreznos. Para comer y no parar. Acompañados de sus buenas cervezas, son gloria.En el remozado Lhardy probé su típica croqueta de cocido y un hojaldre de cortesía. Me gusta como ha quedado y que el concepto persista.
En Fide pedimos un cuarto de gamba roja, que me pareció exquisita. Cañas bien tiradas y ese ambiente de otro tiempo.En Carbón la fritura es excelente y el producto también. Rabas y cazón estuvieron a gran altura.
En Fide pedimos un cuarto de gamba roja, que me pareció exquisita. Cañas bien tiradas y ese ambiente de otro tiempo.En Carbón la fritura es excelente y el producto también. Rabas y cazón estuvieron a gran altura.
Estupendo servicio y mejores cañas.
Hermanos Vinagre se ha convertido en uno de los templos por excelencia del aperitivo madrileño por méritos propios.Berberechos, semimojama de atún y mejillones son extraordinarios. Qué barbaridad.
Puro disfrute.
Y hasta aquí este breve repaso. Precios y conceptos muy variados, pero lo cierto es que todos recomendables en su tono.
Ojalá os sirvan estas pistas.
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