Hoy toca un vino muy peculiar:
-61 Dorado en rama (D.O. Rueda), coupage de verdejo y palomino fino criado en botas jerezanas bajo velo de flor pero también sometido, a temporadas, a oxidación. Saca de septiembre de 2019.
Dorado brillante y limpio.
En nariz es generoso. Frutos secos, naranja, vainilla, tostados, uvas pasas...
En boca es denso y elegante. Refrenda nariz. Retrogusto largo.
Costó unos 24 €.
Un amontillado diferente, más ligero y particular, podría decirse (sin ánimo de ofender a nadie), y que se disfruta de principio a fin.
Un vino de otro tiempo y que parece no tener futuro, pero que se debería preservar.
Comentarios
Publicar un comentario