Deruelle es la mejor quesería de Burdeos, y de ella depende este restaurante. Me apetecía.
Era agosto y cené en la terraza.
Mesas desnudas, servilletas de papel y copas mediocres.
La carta ofrece preparaciones a base de queso, especialmente. En lo enológico, selección corta y no especialmente interesante. Probé Blanc de Dompierre 2019 (Bordeaux A.O.C.), estructurado y complejo, Lion noir 2018 (Bordeaux Supérieur A.O.C.), intenso, y Les Charmes Dompierre 2018 (Médoc A.O.C.).
Cené:
-Tabla de cabra (canelé Deruelle y bouton sec de l'Argolay, dos quesos realmente deliciosos y bien afinados)-Camembert al horno con panceta y romero (maravilloso queso con buenos contrastes, pero acompañado de unas patatas que seguían crudas)El café es mejorable.
El personal, totalmente desbordado, fue amable.
Pagué 45 €.
Me parece una opción bien recomendable para una cena bordelesa informal, pero esa cocina no da abasto ni la sala llega a tiempo.
Mejorando todo eso, creo que las posibilidades son enormes.
El producto está, que de eso trata este establecimiento.
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